Publicado en
febrero 10, 2013
¿Eres una mujer activa por naturaleza, o llevas una vida calmada? Averígualo en el test que aparece en este artículo y descubre aquí mismo los trucos que te ayudarán a rendir más con menos estrés.
Por Catherine Clifford
Seguro las conoces. Todos nos hemos topado, por lo menos una vez, con alguna de esas hiperenergetizadas mujeres que aparentemente tienen la batería cargada todo el tiempo. Son las clásicas que están tocando tu puerta desde las 6:30 de la mañana mientras que tú todavía estás presionando el botón de tu despertador. Aquellas que prueban hacer una receta nueva cada semana o las típicas que han leído todos los libros de los que se habla en una conversación. Si tú no eres una de ellas, seguramente has acabado por odiarlas o al menos por envidiarlas. (Desafortunadamente, la fatiga es quizá la queja que más escuchan todos los médicos.) ¿Quién no desearía tener un poco de esa enorme vitalidad? Tómalo con calma, según Ronald R. Fieve, director de investigación siquiátrica del Centro Médico Presbiteriano de Columbia, "esas personas nacieron con esta cualidad. Todos venimos al mundo con un nivel de energía innato", dice. En el extremo superior de la sociedad se encuentra una minoría llena de vigor y en el extremo opuesto los que viven sumidos en la depresión. En realidad, la mayor parte de la gente se ubica en un sano término medio y es normal que el nivel de energía varíe de un individuo a otro. A aquellos cuyos motores siempre están ligeramente acelerados, Fieve los llama hipertímicos (tímico se refiere a humor). A aquellos que tienden a tomar la vida con calma y sin problemas, los llama hipotímicos. En medio de ambos hay un grupo que generalmente no es ni demasido rápido ni demasiado lento, a ellos los denomina balanceados. A veces, las circunstancias extraordinarias (como la llegada de un nuevo bebé o una enfermedad grave, por ejemplo) propician que las personas que tienen mucha energía tiendan a la pasividad en alguna época de su vida. Sin embargo, estas variaciones son temporales, a menos que se conviertan en un desorden anímico total.
A lo mejor tú estás programada por la naturaleza para ser un caballo de granja y no uno de carreras, pero eso no significa que debes resignarte a permanecer ahí. Conocer tu nivel personal de energía puede ayudarte a nutrir tu fuerza para que desarrolles al máximo tu potencial. Para saber en qué categoría te encuentras, contesta el siguiente test, lee la interpretación de los resultados y busca en la sección correspondiente los consejos que necesitas para darle un empujoncito a tus propias reservas de energía.
¿CUANTA ENERGIA TIENES?
1.- Estás en Las Vegas, te ganas el primer premio en una máquina y piensas:
a) Qué maravilla. No voy a pagar mis impuestos ni mis deudas con este dinero. Voy a seguir jugando.
b) Esto será divertido. Estoy dispuesta a arriesgar un poco más de dinero.
c) Posiblemente apueste unas monedas por la experiencia, pero ¿por qué nunca he podido ganarme un viaje a un lugar bonito?
2.- En el trabajo, o dentro de cualquier grupo, tu papel favorito es el de:
a) Uno de los líderes. "Odio obedecer órdenes".
b) Compañero de equipo. "Doy mi opinión, pero no necesito dominar".
c) Detrás de las cámaras. "Me gusta hacer bien mi trabajo, pero no necesito alabanzas ni gloria".
3.- ¿Cuál es tu actitud más común cuando haces la limpieza?
a) Siempre hago dos o tres cosas a la vez. Mientras me cepillo los dientes, escojo mi ropa y pienso en lo que debo comprar para la cena.
b) Hago un par de cosas a la vez pero no exagero.
c) Odio sentirme presionada. Yo trabajo mejor si hago una cosa a la vez.
4.- ¿Cuál de estas situaciones es la más cercana a tu forma de ver la vida?
a) Dejas que la vida pase. Crees que pierdes mucho si tratas de llevar todo hasta sus últimas consecuencias.
b) La espontaneidad te gusta como un condimento de la vida, pero no como una dieta permanente.
c) Piensas las cosas antes de hacerlas para evitarte dolor.
5.- ¿Cuántas horas de sueño necesitas para sentirte repuesta y descansada?
a) 5-6 horas por noche.
b) 7-8 horas por noche.
c) 9-10 horas por noche.
6.- Supón que, además de tener un trabajo de medio tiempo, colaboras en una escuela y te toca ser la anfitriona de una cena que se va a llevar a cabo en un lugar que está en remodelación. En eso, un vecino te pide que lo ayudes a organizar una fiesta con todos los vecinos del barrio. ¿Qué le dirías?
a) Seguro, no hay problema.
b) Déjame pensarlo.
c) ¿Qué te pasa? Estoy saturadísima de trabajo.
7.- En las finanzas, tu filosofía principal es:
a) A lo mejor debería ahorrar más, pero ¿cuál es la ganancia de guardar el dinero si no puedo disfrutarlo?
b) No soy manirrota, pero tampoco me gusta estar muy corta de dinero porque si no, no me la paso bien.
c) Me siento más cómoda ahorrando que gastando. Lo mejor que el dinero puede comprar es el sentido de la seguridad.
8.- En cuanto al sexo:
a) Me gusta mucho y entre más variado sea, mejor.
b) Soy moderada. Me gusta, pero no me obsesiona.
c) La familiaridad y el confort me importan más que la novedad.
9.- En las conversaciones:
a) Soy un poco parlanchina.
b) Tengo mi repertorio, pero no necesito exponerlo en cada pausa que hagan los demás.
c) Contribuyo a la conversación, pero no hablo mucho a menos que tenga una razón para hacerlo.
10.- ¿Por qué tipo de ejercicio te inclinas más?
a) Squash, tenis solitario, clases de step.
b) Voleibol, pasear en bicicleta, tenis de parejas.
c) Yoga, caminar pausadamente y en paz.
11.- El trabajo invade el resto de tu vida. Frecuentemente te quedas a trabajar hasta tarde, te llevas trabajo a casa y te reportas por teléfono los fines de semana.
a) Es la verdad.
b) Sólo cuando es estrictamente necesario.
c) ¿Bromeas? Cuando es hora de irme, me voy.
12.- Cambiar es:
a) Estimulante. Yo soy como un tiburón que se muere si no se mueve.
b) Importante. No puedes estancarte, pero también necesitas tener cierta consistencia en la vida.
c) Necesario, pero difícil. A mí me gusta mi vida estable, predecible y segura.
EVALUACION
Suma la cantidad de respuestas a, b y c por separado. Si tienes mayoría de letra a, eres hipertímica. Si tienes mayoría de letra b, perteneces a un grupo intermedio y por lo tanto eres una persona balanceada. Por el contrario, si te inclinas hacia las respuestas c, eres hipotímica. Si no te identificas con un grupo, sino con varios o con todos, entonces eres mixta.
TIPO 1: HIPERTIMICA
Tener energía suficiente para enfrentar las responsabilidades diarias no es un problema para ti. Las hipertímicas son las únicas personas que siempre encuentran tiempo y lugar para involucrarse en una actividad o en un proyecto más. Se caracterizan porque duermen poco, tienen una fuerte libido y tienden a ser parlanchinas, impulsivas, egoístas y derrochadoras, dice Fieve. Si todo esto te suena familiar, es hora de que comprendas que para optimizar tu energía, necesitas sacarla poco a poco. La gente que te aconseja que seas más pausada no entiende que tú funcionas mucho mejor entre más ocupada estás. Pero sé consciente: todo ese potencial puede degenerar en conductas destructivas si no lo encaminas bien (como comprar compulsivamente, ser distraída, inversiones arriesgadas, etcétera). Para mantener tu energía íntegra y sana debes encaminarla hacia aspectos positivos, dice Fieve (como la educación de tus hijos, el desempeño en tu trabajo, en cuidar el jardín). Si sigues este sabio consejo, tu privilegiada vitalidad jamás te causará problemas.
TIPO 2: BALANCEADA
Difícilmente serías una de las tantas sonámbulas que hay en el mundo, pero deserías tener unos cuantos cilindros extra para funcionar mucho mejor. ¿Cómo puedes darte a ti misma ese empujón que tanto necesitas? Sigue las medidas básicas que se requieren para mantener una vida sana, dice Fieve. Esto significa que debes tratar de:
1) Procurar una dieta nutritiva: cuida que tu consumo de grasa nunca sea mayor al 25 o 30% de tu consumo calórico total. Disminuye al máximo los dulces y la comida "chatarra", limita el alcohol, olvídate de fumar e ingiere frutas frescas, vegetales y granos enteros para que puedas mantener una alimentación balanceada.
2) Haz ejercicio con constancia. Trázate una meta mínima de media hora diaria (o más, si estás preparada y dispuesta para ello).
3) Duerme lo suficiente para que puedas despertar descansada. Normalmente necesitas siete u ocho horas diarias, pero en la medida en que te ejercites y comas mejor, es factible que disminuya tu disposición al sueño. Desde luego, buscar un tiempo para hacer ejercicio por la noche aparentemente reduce tu jornada de sueño de siete u ocho horas. Sin embargo, ponerte en movimiento te ayudará a hacer todo con más eficiencia. Te sugerimos que hagas a un lado las actividades que te quitan tiempo y abras un espacio para un programa consistente de dieta, ejercicio y descanso. Al poco tiempo te sorprenderás realizando más cosas de las que hacías en un principio. Pero ten cuidado de no saturarte con una agenda muy apretada. Recuerda que tu objetivo es despertar toda la energía que está mermada en tu interior a causa del estrés. Claro que también es posible que por naturaleza tengas un nivel de energía mayor y puedas empujarte a trabajar un poco más. Si es así, mide bien tus fuerzas y eleva tus metas, pero nunca te excedas ni te obligues a hacer más de lo que puedes.
TIPO 3: HIPOTIMICA
Los hipotímicos son menos sociables y más conservadores e introvertidos que los hipertímicos. Son personas estables, mesuradas en sus gastos, muy perfeccionistas y sobre todo amantes de la paz. Este tipo de gente tiene muchas virtudes, desafortunadamente, la energía no es una de ellas. Si tú formas parte de este grupo, el primer paso que debes dar para maximizar tu nivel de energía es dormir todo lo que tu cuerpo exija; no importa si tu necesidad real de sueño es de nueve o diez horas diarias. No hagas trampa. Trata de ser realista sobre qué tanto puedes hacer sin sentirte saturada. No te involucres en más proyectos de los que puedas manejar, de lo contrario, te levantarás sin tener fuerza para nada. Esto no significa que no puedas incrementar tu energía, sí puedes, pero debes hacerlo trabajando en función de tu personalidad, no yendo en su contra. Para lograrlo, sigue la misma línea que las balanceadas: haz ejercicio y come bien, pero no seas muy ambiciosa en estos proyectos porque si te excedes, te sentirás abrumada y necesitarás más fuerza de la que tienes para poder iniciarlos. Además, si fallas en tus expectativas, la frustración te robará mucha energía y al cabo de unos días tendrás menos que al principio, dice Fieve. Por eso, comienza despacio. Si has estado inactiva durante un largo periodo, empieza a caminar media hora unos días a la semana. Si tu dieta es rica en grasas y carbohidratos, agrégale una ensalada aquí y una fruta fresca por allá. Trabaja gradualmente, sin presionarte.
TIPO 4: MIXTA
A lo mejor tú eres una de esas mujeres que desafían todas las normas y todos los esquemas. Quizá sientes que de momento te identificas con las hipertímicas, pero después descubres que también tienes muchas actitudes típicas de las hipotímicas. Es normal que algunas personas tiendan más que otras a oscilar entre periodos de alta y baja energía, sin que puedan ubicarse plenamente en ninguna categoría. Si éste es tu caso, no te alarmes, mientras tus altas y tus bajas no te ocasionen problemas, no tienes razón para preocuparte. Pero si en algún momento necesitas elevar tu energía a su máxima capacidad, haz un esfuerzo por ajustarte a un programa regular de dieta y ejercicio. Date a ti misma un lapso de sueño extra todas las noches (esto te servirá como "reserva" para cuando entres en una etapa hipertímica, en la que tiendas a descansar poco). Para lograrlo, te recomendamos que diariamente procures dormirte una hora antes de lo que acostumbras. ¡Inténtalo!
EL TRUCO DE LOS QUINCE MINUTOS
"Si te está costando mucho trabajo concentrarte, te caes de sueño a media tarde y casi siempre estás malhumorada, necesitas dormir un poco más", dice James Maas, profesor de sicología de la Universidad Cornell. "No necesitas esperar a que llegue el fin de semana para poder levantarte tarde y reponer tus fuerzas. Con dormir quince minutos más cada noche es suficiente. Durante una semana, vete a la cama quince minutos antes de lo acostumbrado. Si te sigues sintiendo cansada, recorre tu horario otros quince minutos (treinta minutos en total). Notarás la diferencia".
¿DEMASIADO ARRIBA O DEMASIADO ABAJO?
Una cosa es ser entusiasta o ecuánime por naturaleza y otra estar fuera de control o empantanada en una depresión. Si tus revoluciones por minuto están fuera de servicio, visita a tu médico para que te revise de una forma integral, dice Fieve. Si los resultados de tu evaluación física son normales, tu problema se debe a un desorden anímico. ¿Cuándo puede decirse que los altos niveles de energía han sobrepasado la normalidad y se ha llegado a un episodio hipomaniaco (ligeramente maniaco)? Según la Asociación Siquiátrica Americana, se llega a ese punto cuando tres o más de los siguientes síntomas persisten al menos durante cuatro días: tener delirio de grandeza y una autoestima exageradamente elevada, sentir poca necesidad de dormir; hablar más de lo normal, asociar frecuentemente ideas o pensamientos dispersos, despiste y estar envuelto en actividades que pueden tener consecuencias desastrosas (como comprar compulsivaente o promiscuidad sexual).
El otro extremo también es de cuidado. La baja energía puede degenerar en un desorden distímico (o depresión ligera). Los síntomas más comunes son: tener un humor depresivo la mayor parte del día o por más de media semana, durante dos años al menos. Comer poco o excederse, tener insomnio o sueño muy prolongado, fatiga, poca energía, baja autoestima, problemas para concentrarse y para tomar decisiones y sentimientos de desesperación.
Si te encuentras en alguno de estros dos casos y tu médico no halla ninguna razón física que lo justifique, acude a un siquiatra que pueda evaluarte e prescribirte un tratamiento adecuado.
Fuente: Revista BUENHOGAR, Diciembre 1997.